cultivar marihuana de interior

Los responsables cultivaban 10.000 plantas que estaban repartidas en 16 invernaderos de 3,5 metros de altura. Colombia está apostando por la diversificación de las exportaciones, por la diversificación de su portafolio y este es uno de los caminos más agresivos”, dijo Rodrigo Arcila, presidente de ASOCOLCANNA, la recién fundada asociación que reúne a las empresas de la industria del cannabis en Colombia.
Es muy frecuente, sobre todo entre los cultivadores que empiezan en interior a partir con semillas, que las plantas se les hagan demasiado altas durante la floración con todos los problemas que eso conlleva: plantas superando en altura a la lámpara y chocando contra el techo, cogollos chamuscados por la bombilla y falta de luz en las partes bajas de las plantas.
Cultivar marihuana es un ‘negocio’ con menos riesgo que por ejemplo el tráfico de hachís, «donde hay que cruzar fronteras»; el material para hacerlo es barato y accesible; y hay una mayor cultura de consumo, es decir, hay demanda, y por lo tanto es rentable.
Durante las tres primeras semanas de floración, nuestras plantas crecerán bastante, doblando su tamaño triplicándolo, dependiendo de la variedad que estemos cultivando (de ahí la importancia de buscar toda la información posible sobre nuestras variedades antes de cultivarlas).
haze semillas para el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, además de eso, la legalización del cannabis con fines medicinales en el país aumentará las capacidades de Colombia como centro de investigación y desarrollo de productos terapéuticos derivados de esa planta”.
El estante de este sistema de cultivo vertical Pi Rack cuenta con tres lámparas de vapor de sodio de 300 W de alta presión, las cuales están suspendidas de forma vertical en cooltubes sin reflector, estas lámparas son capaces de iluminar por completo cada planta.
Dada la luz que hay en Canarias, entre otros factores, Herrera González indica que el cáñamo puede crecer entre cuatro y cinco meses en el periodo de marzo a octubre y su uso se vincula a una «alternativa renovable frente a las actuales materias primas de sectores como el textil, el sector del papel, la alimentación, la construcción e incluso para la producción de combustibles ecológicos de cara a un desarrollo sostenible a medio y largo plazo», destaca Herrera González.
Las tierras para el cultivo de la marihuana se componen principalmente de una mezcla de turba rubia y turba negra aunque se mezclan con otros a ditivos para el sustrato como la perlita , el humus el guano que consiguen enriquecer y mejorar el sustrato.
Mientras que el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) será el encargado de otorgar las licencias a aquellas personas físicas jurídicas que soliciten la plantación, cultivo, cosecha, distribución y comercialización de cannabis psicoactivo y no psicoactivo para uso medicinal.